sábado, 1 de noviembre de 2014

Un ratito para la lectura

“En muchas ocasiones la lectura de un libro
ha hecho la fortuna de un hombre,        
decidiendo el curso de su vida.”           
Ralph Waldo Emerson               
Hace unos días escuchaba a Iñaki Gabilondo comentar que cada mañana se permitía el placer de leer 20 minutos, para él eso era VIVIR. Con eso, daba respuesta a porqué no utilizaba ninguna red social. Mientras el resto de las personas para vivir necesitan estas en continuo contacto con las redes sociales, para él el simple placer de leer cada mañana ya le daba la vida.

¿Por qué comento esto? Simplemente, porque para mí uno de los hobbies o placeres que me hacen feliz, es la lectura, compartiendo ese mismo sentimiento con Iñaki Gabilondo.
Es cierto que no siempre he sido una gran lectora, he ido adquiriendo hábito en los últimos años tomando el ejemplo de aquellos que tenía cerca.
Cada día, hago cuatro viajes camino del trabajo en bus (entre idas y vueltas), porqué no aprovechar esos ratitos para leer, en lugar de mirar por las ventanas y ver cada día lo mismo, las mismas calles, los mismos edificios etc. Sin quererlo y sin propósito alguno, me he leído muchos libros en el autobús, lo cual me producía ansía por coger el bus al terminar de trabajar.
Supongo que el día que deje de usar el bus, echaré de menos estos “raticos”.

Muchos han sido los libros que me he leído, releído y que me encantan, pero particularmente hablaré de tres de ellos. Tres libros que  personalmente me ha sentado muy bien leerlos este año, y  me gustaría compartir el deseo de que los leyerais algún día.
El primero de ellos es “El Principito” de Antoine de Saint-Éxupery, un imprescindible en la mesita de noche de cada uno. Recuerdo haberlo leído de adolescente, y entonces no lo entendí, pensé que era el libro que peor había comprendido. Con los años, lo he vuelto a leer varias veces, unas por trabajo y otras por placer. Por trabajo, por la cantidad de valores que reúne y con los que trabajo a diario, y por placer porque te enseña a crecer como persona, a valorar a los demás, lo que hacen por ti, y el valor que tienen en tu vida.
Si escribo...
“Solo se ve bien con el corazón, Lo esencial es invisible a los ojos”
Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya”
“Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos”

¿Os suenan verdad?  Pues recomendable leer esta obra maestra J.

El segundo libro,  “Brújulas que buscan sonrisas perdidas” de Albert Espinosa, es muy recomendable, te enternece y te hace comprender a los demás. Sin quererlo, te hace poner los pies en suelo firme, y darte cuenta de que cada vez vivimos más en un mundo donde las situaciones del pasado han marcado nuestro presente, aquello que nos hizo ser y comportarnos así.

El título de sus capítulos también son dignos de leer y de reflexionar con ellos. Me enganchó tanto, que creo que me lo leí en cuatro días...
Es un libro que se lo he recomendado a muchos, y todos aquellos que lo han leído me han dicho que es increíble, precioso.
“Mi mujer siempre decía que cuando algo era irrepetible, había que respirarlo.
Ella inspiraba recuerdos...
Sobre todo olores de verano...Decía que los guardaba para cuando llegara el invierno.
No le gustaba el frio, siempre dijo, que una parte de su cerebro albergaba olores de verano para combatir el invierno.”

El tercer libro, lo leí en febrero y me hizo ver la vida de otro color. Sus dos primero capítulos me dieron tal subidón en aquel viaje en tren, que comencé a ver las cosas con optimismo y de manera positiva. Hay veces, que parece que se nos cae el mundo, y realmente “terribilizamos” todo,  como bien dice Rafael Santandreu en “El arte de no amargarse la vida”.

"La vida es para disfrutarla: amar, aprender, descubrir… Y eso sólo lo podemos hacer cuando hayamos superado nuestros miedos y descubramos el arte de NO amargarse la vida."

Lo bueno de los libros, es que si son buenos, los puedes releer una y otra vez. Y en este caso, volví a leerlo en junio, y... hace unos días, lo volví a  empezar de nuevo....tal vez los deberes que te recomienda que hagas, yo no los hice bien o volví a la escuela con la tarea sin terminar. 

Así que, ante cualquier caída inesperada, este es un estupendo libro para ponerte las gafas de abeja, y comenzar a ver un campo de flores.

Estos, son tres libros que yo guardo como un tesoro en mi biblioteca personal, necesaria para la vida. Los he recomendado a familia y amigos, ahora toca compartirlos con más gente.
No podría despedirme sin una de las buenas frases que aparecen en "Brújulas que buscan sonrisas perdidas".
Abrazos.
Helen.


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